Oscar 2018: La más inclusiva de las galas

Por Javier Alejandro Ramos

La ceremonia por el cumpleaños 90 del Oscar fue muy correcta, sin mayores sorpresas en las premiaciones, y caracterizada por un clarísimo mensaje de integración de género, racial y de nacionalidades, como de rechazo ante el acoso y la violencia contra la mujer (tema muy en boga en Hollywood en la actualidad por acusaciones contra productores y artistas). La triunfadora de la noche, “La Forma del Agua” compartió preseas con varias de las otras cintas nominadas, en una gala por ratos emotiva y por otros muy divertida, y que fue muy latina, pues aparte de los premios para México y Chile, fungieron como presentadores artistas como Salma Hayek, Eugenio Derbez, Gina Rodriguez, Daniela Vega y Rita Moreno, entre otros hispanoamericanos.

La fábula del mexicano Guillermo del Toro, ganador también del Oscar a Mejor Realizador (honor que comparte con sus compatriotas antecesores en obtener el premio, Alfonso Cuarón y Alejandro González Iñarritu) obtuvo 4 estatuillas, “Tres Anuncios a las Afueras de Ebbing, Missouri” y “Dunkerke” tres cada una, ”Las Horas más Oscuras, “Coco” y “Blade Runner 2049”  se quedaron con dos, y “Huye”, “El Hilo Fantasma”, “Yo, Tonya” y “Llámame por tu Nombre” con una. Las perdedoras fueron “Lady Bird” y “Mudbound” que aspiraban a varios premios cada una, y no lograron ninguno. Esta vez no hubo confusiones ni reclamos. Warren Beatty y Faye Dunaway volvieron a presentar el trofeo máximo, y lo entregaron con correción.

El romance atípico de “La Forma del Agua”, entre una empleada de limpieza muda y un hombre anfibio cautivo para ser estudiado en un laboratorio del gobierno americano en épocas de la Guerra Fría, fue contado con belleza y maestría. Ese afán por comunicarnos, aun cuando seamos tan diferentes, es el mensaje que quiso premiar la Academia, y lo mismo se puede decir del Oscar a Mejor Película Animada, otorgado a “Coco”, que relata el encuentro de un niño con los fallecidos de su familia para conocer más de sus raíces, durante la tradicional ceremonia del Día de Muertos en México.

Mención aparte merece el Oscar a Mejor Película Extranjera, cuyo argumento también transita por el de la aceptación a quienes no son iguales a nosotros. La ganadora, “Una Mujer Fantástica”, de Chile, narra el drama de un transexual, interpretado soberbiamente por Daniela Vega, que debe enfrentar la muerte del hombre con quien vive, y el rechazo de los familiares de éste, que, intolerantes en extremo, no desean que asista al sepelio.

La cinta, dirigida por Sebastian Lelio ya había ganado el Festival de Cine de Lima en el 2017, uno de los más importantes de América Latina. El Ministro de Cultura chileno, Ernesto Ottone, (entidad que auspició el film) sostuvo que “esperamos que la historia de Marina siga abriendo el debate en la pantalla grande, en torno a esos temas con los que por años hemos mantenido una deuda, pero que como sociedad paso a paso estamos intentando saldar”. Valgan verdades, en  nuestro país habría sido interpelado por el Congreso y se pediría con piquetes en los cines la censura de la película. Una muestra de lo atrasados que estamos, discutiendo si se debe llevar snacks propios a las salas de cine, o comprarlos ahí.

Un simpático guiño justo sobre este tema fue la divertida secuencia en la que el presentador de la ceremonia Jimmy Kimmell (que está vez dejó en paz a Matt Damon solo para bromear con él en el último minuto de la gala) invitó a varias estrellas a visitar la sala de cine que se encuentra a una cuadra del teatro Dolby, y llevarles sándwiches y bocaditos mientras ellos veían un film, sorprendiéndolos. Fue un mensaje de agradecimiento al público, que es el que hace que una película obtenga buenas críticas y ganancias económicas. La gente en ese cine no salía de su asombro al ver a Gal Gadot (la Mujer Maravilla), Mark Hamill (Luke Skywalker de “Star Wars”), el director Guillermo del Toro, y Margot Robbie, Lupita N’yongo y Armie Hammer sirviéndoles algo para picar. ¿Los habrían dejado entrar aquí?

Gary Oldman se llevó merecidamente el Oscar a Mejor Actor, por su talentosísima encarnación del ex primer ministro británico Winston Churchill en “Las Horas más Oscuras”, resistido por la oposición de su Parlamento, no apoyado en principio por su rey, y teniendo que convencer a todo un pueblo que en vez de rendirse ante la amenaza nazi, era mejor luchar  para salvar la libertad. Sus escenas dando discursos ante los lores, o en el metro de Londres, conversando con la gente de a pie, son emotivas y sobresalientes. Denzel Washington (“Roman J. Israel Esq.”) y Daniel Day-Lewis (“El Hilo Fantasma”) se quedaron con las ganas de ganar el tercer y cuarto Oscar de sus carreras, respectivamente. Timothee Chalamet (“Llámame por tu Nombre”) y Daniel Kaluuya (“Huye”), jóvenes intérpretes, aplaudieron sin reservas a este gran actor inglés, todo un maestro.

Inmensa en la pantalla y fuera de ella, Frances McDormand se llevó a casa su segundo Oscar a Mejor Actriz, esta vez por “Tres Anuncios a las Afueras de Ebbing, Missouri” (anteriormente lo había hecho por “Fargo” de los hermanos Coen). En un film que recuerda mucho a los realizados por estos directores, pero firmado por Martin McDonagh, McDormand brilla como una madre cansada de esperar justicia por el crimen de su hija, y decide enfrentar a los comisarios de su pueblo e instarlos a buscar al asesino. Dejó en el camino a una estupenda Sally Hawkins en “La Forma del Agua”, a Saoirse Ronan por “Lady Bird”, Margot Robbie por “Yo, Tonya” y a la 21 veces nominada y tres veces premiada Meryl Streep por “The Post”. En su discurso de agradecimiento hizo levantarse a sus conominadas y a otras artistas femeninas, solicitando una ovación del público. Entregaron el premio Jodie Foster y Jennifer Lawrence, ante la ausencia de Casey Affleck, quien ha sido mencionado como acosador por una actriz.

El Mejor Actor de Reparto fue Sam Rockwell por “Tres Anuncios a las Afueras de Ebbing, Missouri”. Lo había ganado todo en las premiaciones anteriores al Oscar y era el favorito. Compone un magnífico alguacil agresivo, díscolo, racista y dominado por su madre, que gira inesperadamente su actitud debido a violentos sucesos. Superó a su compañero de reparto Woody Harrelson, a Willem Dafoe como un gerente de hotel para desarraigados en Miami, muy cerca de Disneylandia en “El Proyecto Florida”, Richard Jenkins como un diseñador homosexual en “La Forma del Agua”, y al veterano Christopher Plummer, de 88 años, que esperaba batir su propio récord del galardonado más viejo, en “Todo el Dinero del Mundo”, en la que encarna a un millonario que se niega a pagar el rescate de su nieto, secuestrado en Italia. Plummer había ganado el premio hace seis años, cuando tenía 82, por “Los Principiantes”.

Por su parte, la estupenda intérprete Allison Janney ganó la estatuilla a Mejor Actriz Secundaria por “Yo, Tonya”, en la que da vida a la cruel y controladora madre  de una patinadora artística sobre hielo, a la que la prensa destruyó porque se le acusó de lesionar a una rival en las clasificatorias para unas Olimpiadas. Las derrotadas fueron Laurie Metcalf, por un rol similar en “Lady Bird”, Alice J, Blige en “Mudbound”, Lesley Manville en “El Hilo Fantasma”, y Octavia Spencer, ya ganadora anteriormente, que hace un rico personaje en “La Forma del Agua”. Janney y Spencer trabajaron juntas ya en "The Help", con Emma Stone, cinta por la que hace unos años la robusta afroamericana se llevó el trofeo.

James Ivory y Jordan Peele se llevaron el Oscar por los guiones de “Llámame por tu Nombre” (Adaptado) y “Huye” (Original), “Dunkerke” los de Mejor Sonido, Mejor Edición Sonora y Mejor Montaje, “Blade Runner 2049” los de Mejores Efectos Visuales y Mejor Fotografía (para el legendario Roger A. Deakins, 14 veces nominado antes), “El Hilo Fantasma” el de Mejor Vestuario, “Las Horas más Oscuras” el de Mejor Maquillaje, “Coco” el de Mejor Canción, y “La Forma del Agua” redondeó la faena capturando los de Mejor Banda Sonora y Mejor Diseño de Producción.

Los momentos emotivos de la gala fueron, aparte de los bellos musicales,  el documental en el que varios actores afroamericanos, latinos y algunas actrices, elevaron su voz para pedir una mayor inclusión en las decisiones de los responsables de las películas, expresando que en el siglo XXI no debería hablarse ya de minorías; el tradicional homenaje a los fallecidos durante el año reciente (que incluyó aplausos para Roger Moore, Jonathan Demme, Jerry Lewis, Sam Shepard, Harry Dean Stanton, Chuck Berry, George A. Romero, y otros), y un video de remembranza de las 89 películas que anteriormente han ganado la estatuilla a Mejor Película.

No se incorporó como parte de la ceremonia, pero se anunció que la Junta de Gobernadores de la Academia entregó los Oscar Honorarios a Charles Burnett, Owen Roizman, Agnes Varda, y al mítico actor Donald Sutherland, protagonista de más de cien películas, y que bien merecía una ovación de los asistentes.