Por: Javier Alejandro Ramos
Gracias a mi amiga de muchos años, la escritora y periodista Elga Reátegui, que ahora vive en Valencia (España), y que me entrevistara hace unos meses para su leído blog, tuve el placer y privilegio de conocer a una mujer "todo terreno", Rosetta Forner.
Coaching personal y ejecutiva, ex presentadora de TV, terapeuta y trainer de Programación neurolinguística, conductora de radio, conferencista y autora de exitosos libros como "Soy lo Mejor que me ha Pasado", "La Reina que dio Calabazas al Caballero de la Armadura Oxidada" y "Piensa como un Hombre, Siente como una Mujer", Rosetta es nacida en Burriana (parte de la Comunidad Valenciana) y vive en Madrid.
Se autodenomina "hada" y así la conocen y aprecian en cuanta presentación y firma de libros aparece, vestida con su contagiosa sonrisa y una varita. Tiene miles de seguidores en sus varias páginas de Facebook y en su programa para un canal YouTube y blog, denominado "La Vida en Rosetta".
A raíz de un micro programa dedicado a la "telebasura" en España, y ocurriendo que en nuestro país se ha iniciado una lucha frontal contra los malos contenidos en la pantalla chica desde el Colectivo por una TV con Valores, se me ocurrió contactar con ella para tocar este tema. Aquí la entrevista.
JAR: Eres autora de libros de ayuda para mujeres y
hombres, conferencista, coaching. Es importante para las personas valorarse
primero para así estar listos y valorar a otra persona. Más ¿Qué ocurre
cuando los medios de comunicación insisten en programar contenidos que
desvirtúan las relaciones humanas positivas, inducen a la violencia y el morbo,
despersonalizan la conexión que debería existir entre las familias, los amigos,
en aras del consumismo o el mantenerlos idiotizados en temas que no contribuyen
a generar valores?
RF: Ocurre que tenemos una sociedad disfuncionalizada
(psicológicamente, hay mucha gente inmadura, con un coeficiente muy bajo de
inteligencia emocional. Y, con una muy baja resistencia a la frustración);
atontada por haber permitido que le anulen el sentido común, la voluntad y la
capacidad de cuidar de uno mismo y discernir lo qué está bien y mal o es bueno
o malo para cada uno de nosotros.
Un ser humano sin personalidad, esto es, que ha
renunciado y/o renegado de su sentido común (un profesor de Filosofía que tuve
solía decir: ‘es el sentido menos común de todos), es susceptible de ser
mareado por la propaganda alienista de una sociedad (la bauticé como ‘Club del
Redil’: CdR), que se empeña en quitarle al ser humano su voluntad para vivir su
vida acorde a sus valores, principios y creencias (su propia forma de pensar).
Antaño la religión ocupaba un espacio de ‘un dios al que temer y adorar’; hoy,
ese ‘dios’ es el sexo, el dinero, el poder.
Las personas en lugar de volver la vista hacia su alma
y descubrir la verdadera espiritualidad que está más allá de la religión, la
han vuelto hacia los ídolos fáciles que proporcionan réditos o ‘premios’ rápidos.
Estamos asistiendo a una ‘feudalización’ de la sociedad: unos pocos son muy
poderosos, poseen el poder y se esfuerzan en que la plebe sea numerosa y esté
estupidizada, por empobrecerla espiritual y anímicamente, ya que solo así es
posible conseguir manipularla a su antojo. De tal manera que logran que la
gente se apunte a seguir ‘modas’ sin cuestionarse nada o no lo suficiente.
Asimismo, en el mundo del coaching han surgido muchos
‘vende crecimiento de pelo’ o ‘gurús de cuarto y mitad’, que prometen cambiarle
la vida a la gente con un curso de fin de semana; algunos dan lecciones sobre
el amor, la salud, la felicidad… y su vida y persona son pura incongruencia.
¿Se da cuenta la gente de ello? No. En absoluto identifican las ‘mentiras’ o la
incongruencia. Tampoco se aperciben de esos ‘coaches’ que en sus conferencias o
cursos les tratan como si fueran imbéciles. ¿Por qué? Porque cada uno de ellos
está tan acostumbrado a tratarse a sí mismo como tonto al no usar ni su sentido
común ni su discernimiento, que ve a un igual, por eso no se defiende ni se
indigna. Un ser humano que se siente ‘poca cosa’ (baja autoestima y bajo
selfworth/valía), no reacciona cuando le maltratan psicológicamente: les parece
‘normal’ –por ser habitual-, que le traten como si fuera poco inteligente.
Las consecuencias son muchas y variadas, pero ninguna
es buena para el ser humano. Vivimos una segunda ‘edad media’ donde la masa
está estupidizada y anestesiada. Muchas mujeres, por ejemplo, son grandes
consumidoras de libros catalogados como ‘romántica-erótica’: libros donde, a
diferencia de hace cincuenta años, la mujer ahora es sexualmente activa y se
comporta como un ‘donjuan’, pero el hombre sigue siendo ‘guapo, poderoso…’ y la
sigue rescatando emocionalmente al enamorarse de ella. ¿Qué ha cambiado? Nada.
Mientras esas mujeres están ‘anestesiadas’ leyendo ese tipo de literatura –este
enfoque es idéntico en televisión-, no tienen sus neuronas despiertas para
estar al tanto de cómo el CdR las quiere manipular.
Lo anormal se ha normalizado. Las relaciones de pareja
son como de ‘puta y cliente o puto y clienta’ (es válido tanto para hombres
como para mujeres), donde el compromiso de amor no existe, siendo sustituido
por el disfrute temporal –y la que no se comporta así, porque se incide más en
ellas que en ellos, no está liberada y es una anticuada o algo peor-. Se ha
desvirtualizado la sexualidad, y ahora hay un ‘putiferio’. En las familias,
prima las relaciones conflictivas, donde la violencia soterrada del desamor que
se nutre de la frustración es la nota dominante.
¿Es así toda la sociedad? No, afortunadamente. Hay
muchas personas que se esfuerzan para ser normales, amarse, apoyarse, vivir su
vida con sentido común y desde el alma… Empero, a estos, el CdR o los ignora en
la televisión o los presenta como ‘fracasados’ o modelos a no seguir al no
incluirlos.
El poder, la felicidad, la valía como ser humano se
vincula con el dinero o el fruto del poder adquisitivo, esto es, hay que
mostrar que ‘se tiene’ (casa, cochazo… etc, etc.). Se insiste que sin dinero no
se es nadie.
La tónica común a todo esto, y dominante, es la de
inferiorizar al ser humano vía convencerle de que si no es o se comporta acorde
a las normas del CdR, no vale, no es nadie, no tiene derecho a existir. Lo cual
es absolutamente falso, pero alienado el sentido común, pocos son los que
aciertan a darse cuenta de ello.
JAR: Te has pronunciado respecto de lo que aquí en Perú también llamamos TV basura. ¿Cuál es la experiencia en España de esto? ¿Se hace algo para contrarrestarla?
RF: En España triunfa la telebasura. ¿Por qué? Se ha feudalizado la sociedad, y ante la pobreza espiritual e intelectual, la gente se lanza a adorar y reverenciar a personajes zafios, carentes de inteligencia, clase humana y dignidad. ¿Se dan cuenta de ello? No, porque de darse no les ‘adorarían’. En España se ha dado el fenómeno ‘Belén Esteban’, cuyo único mérito fue acostarse con un torero al que abordó en un taxi, y al quedarse embarazada se fue a vivir con él. Cuando la historia terminó acudió a la televisión a contarla, y se ha pasado catorce años viviendo del cuento a base de criticar a su ex y a su familia. Es un ser humano sin inteligencia ni clase. Empero, mucha gente la adora.
¿Qué le pasa a una sociedad cuyo referente es una
mujer de este calibre? Hace poco ha emergido otra ‘ídola’, cuyos orígenes de
fama se remontan a un video porno que grabó con un amante y se hizo circular
cuando ella era concejala en el ayuntamiento de su pueblo. Sigue casada, pero
va por ahí de plató en plató (su representante artístico es el mismo que el de
Belén), y se pavonea de ser ‘moderna’ y ligar con quien quiera porque su marido
está de acuerdo. Ahora una gran editorial le ha escrito un libro (lo firma
ella, pero lo habrá escrito el ‘negro’ de turno, porqué, ¿cómo va a saber
escribir semejante personaje?), que según ella no es pornografía sino erotismo,
¿…? Con estos ‘ídolos de referencia’, ¿qué tipo de sociedad CdR podemos esperar
en España?
Lamentablemente, solo hay voces críticas fuera de la telebasura, que, por el momento, consiguen concienciar a poca gente, pero no por ello es menos importante ni debemos dejar de hacerlo. Aunque estamos haciendo muy poco para contrarrestar la situación que cada día va a peor. Se ha normalizado el que todo sea sexuado: hay sexo en los anuncios de mayonesa, chocolate, yogures… Y, el problema de pederastia está recrudeciendo. Claro, que si denuncias todo esto, te tachan de agorero, facha o algo peor. A mucha gente no le interesa ver la realidad, no les gusta, prefieren seguir atontados, mirando de cara a la pantalla que les atonta el sentido.
JAR: A la gente, sin embargo, le gusta ese tipo de
programas, tienen una gran audiencia. Juegan a darle facilismo y chismes a la
comunidad, y que no piensen en los problemas, las crisis. Pero de alguna manera
los canales de TV lucran o agrediendo a la gente, o exacerbando la pobreza de
espíritu, quitando dignidad a los participantes y espectadores. Aquí hace poco
a un grupo de estudiantes niños los llevaron a un set de TV y les hicieron
comer cucarachas para ganarse un viaje. Otros apelan a cámaras escondidas para
descubrir infidelidades de famosos y tener material para un mes con eso. Y
cuando se protesta, dicen: "Si no te gusta, cambia de canal". ¿Qué
opinas?
RF: Si, claro se puede cambiar de canal, o incluso no
encender la tele. Es una opción. Pero es tan hipócrita como alegar que si no te
gusta el crimen, la violencia, que la ignores. No por ignorar algo, esto
desaparece o adquiere categoría de ‘normal’ o ‘válido’. Están empeñados en
avivar el lado oscuro de las personas, en llenar sus vidas de bazofia a través
de mediocrizar su alma. Y, dado que tanta gente se apunta, ellos no sólo lo
perciben como ‘permiso’, o sea que la gente lo consiente, sino que se lo
agradecen puesto que lo estaban deseando.
¿Cómo si no se explica el triunfo de este tipo de
programas? A veces, he llegado a pensar que la Tierra ha sido invadida por
humanoides del lado oscuro, “almasbasura”, cuyo cuerpo es idéntico al de los
humanos pero cuya alma es diametralmente diferente: son ‘aliens’ que vienen a
destruir al ser humano usando un ‘cáncer’ que nos destruye a nivel espiritual.
Sin fe, sin valores ético-humanos, estamos condenados al fracaso como sociedad.
Tanta tecnología para que seamos una sociedad bárbara, inculta, mediocre…. Como
lo eran en la Edad Media. Necesitamos de un Renacimiento, que vuelva a dar luz
al mundo. Pero como dijo el sabio: para que cambie el mundo, cada uno debe
empezar por hacer su propio cambio.
JAR: Tú que trabajas aconsejando personas, ayudándolas
a destacar sus cualidades, reconocerse como valiosas, coincidirás conmigo en
que con ese tipo de influencias es mucho más difícil. Cambiar de canal es
ciertamente nuestro derecho, nuestra opción, pero los medios deben tener
responsabilidad ¿o no? ¿Simplemente poner lo que quieran ofertar y nosotros
elegir?
RF: Cada uno tenemos la responsabilidad individual de
contribuir a que este mundo mejore. Yo, por mi parte, denuncio todo este tipo
de cosas, y aun sabiendo que ello me convierte en ‘non grata’ o en menos
‘popular’, prefiero seguir escribiendo libros que tratan de despertar a la
gente, de mostrarles que eso no es una realidad sana, sino que les mantienen
alienados y por eso no tienen vidas sanas ni son felices.
La frustración se retroalimenta de mediocridad. No se
puede tener una vida satisfactoria si se nutre el alma con esa bazofia. La
basura no nos alimenta el cuerpo, sino que lo emponzoña. Por eso, se ha
bautizado a ese tipo de programas como ‘telebasura’ para que la gente sepa que,
en lugar de ir al supermercado a comprar la comida, está yendo al basurero a
coger lo que han tirado otros (desechos, comida caducada…). El consumidor de
‘desechos’ televisivos debería preguntarse cómo es que le gusta verse reflejado
en ese tipo de contenidos.
Obviamente, los que manejan los hilos de la telebasura
no van a dejar de hacer lo que hacen mientras haya negocio. Ergo, la revolución
ha de empezar desde abajo, como siempre es la sociedad la que tiene que decir
‘basta’. ‘Basta de darle de comer mierda a mí alma’.
JAR: Las redes sociales en Internet son otra
influencia para niños y jóvenes, que puede ser positiva pero también perniciosa
y en personas maduras causan también crisis existenciales y hasta de pareja
¿Qué piensas de ello?
RF: Sin sentido común, sin discernimiento, y con una
actitud pueril, inmadura, es fácil dejarse llevar por las mentiras que nos
cuenta el CdR. La gente debe ocuparse de su vida, mejorarla, enriquecerla a
nivel emocional, intelectual, espiritual. Decidir sus propios mandamientos.
Ocuparse de su felicidad. Volver la vista adentro de uno mismo. Y dejar de
estar siempre afuera. Es como tener una casa y estar siempre en la calle,
lógicamente uno no tiene tiempo de limpiarla, asearla, etc.
Las redes sociales tienen su lado positivo pues nos
podemos comunicar a largas distancias y enseguida. Pero, no deben ser ni
sustitutivo de relaciones al estilo clásico (quedar a cenar, charlar en
persona…), ni modelos de referencia a seguir (hay gente que hace cosas para
poderlas contar, y contarlas creando la falsa idea de idealidad en la gente).
La vida existe más allá de las redes sociales. Estas son un instrumento, pero
no un fin. Y quien lo olvida, se confunde mucho y crea mucha insatisfacción en
su vida.
No debemos vivir la vida tratando de imitar a nadie,
sino contando con nosotros mismos. Y, si tenemos una relación de pareja o
familiar, y estamos siempre pegados al ordenador o al celular ‘chateando’ con
gente en manera virtual (a la que probablemente nunca hemos visto), deberíamos
preguntarnos qué nos pasa, y cómo es que estando en pareja pasamos de esa
persona y nos centramos en lo virtual. Claro que en lo virtual no hay
confrontación con la vida humana, no se dan las variables de convivencia que
están presentes cuando dos seres humanos se relacionan en la realidad real.
Si hubiese más madurez emocional, las redes sociales
serían un mero instrumento y se manejarían con madurez. Por ejemplo, no porque
el automóvil pueda alcanzar los 200 km/hora, uno conduce siempre a esa
velocidad.
JAR: Háblanos de tu rutina en España. ¿Qué proyectos
futuros? ¿Sabes algo del Perú por nuestra común amiga Elga Reátegui? ¿Está
prevista una visita tuya?
RF: Ya me encantaría ir de visita a Perú y poder compartir
mis ideas con los peruanos. Todo se andará. Conozco Perú virtualmente, y la
energía que se respira allí es muy linda. Lo cual no deja de ser una paradoja
que habiendo una energía espiritual tan elevada a la par haya tanta oscuridad,
¿será aquello de ‘cuanta más intensa es la luz, más intensa es la sombra?
Si, sé por Elga que ustedes en muchas cosas, están
parecidos a España. O sea, que el lado oscuro no es cuestión de un país sino
planetario.
Proyectos futuros: estoy con dos libros a la vez, y pensando
en sacar adelante la versión teatral de mi libro PIENSA COMO UN HOMBRE, SIENTE
COMO UNA MUJER, que ha sido adaptado a guión teatral, bajo mi supervisión, por
Javier Espinosa, guionista, escritor y amigo.
Y, sigo promocionando mi último libro SOY LO MEJOR QUE
ME HA PASADO (RBA), disponible en todo el mundo vía Amazon.
JAR: Muchas gracias, Rosetta.
RF: Gracias hadadas para ti!
Brillante como siempre mi hada madrina, Rosetta Forner. Saludos Javier.
ResponderEliminarGracias, Elga. Fue muy ameno y enriquecedor conversar con Rosetta.
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