No era el "Día de la Canción Criolla", pero parecía. Se celebraba el "Día del Pisco". Sí, porque de un tiempo a esta parte en nuestro país se ha dado por ponerle a cada día del año un nombre en recuerdo de algo o alguien. No me parece mal, pero tampoco hay que exagerar...Aquel 1 de Febrero de este año 2013, tuve el placer y el honor de sentarme a la mesa con un destacado difusor de nuestra música peruana allende las fronteras.
Fernando Vidales había llegado de Berlín a Lima y apareció en "Sabor a Mi", el point linceño de los periodistas, a saludar a su amigo Justo Chávez, y se enteró que se celebraba la víspera del cumpleaños del propietario del local, el gran Chakiris, todo un personaje de la bohemia limeña. Así que ahí estaban, liquidando sendas jarras de cerveza, cuando yo aparecí para almorzar. Y cuando me fui y regresé horas después, ahí seguían, porque la sed y la elocuencia tienen mucho en común, más aún en el bochornoso verano limeño, y cuando los amigos no se ven después de años.
Conocido en Europa como "El Juglar", Vidales ha desarrollado una serie de proyectos musicales en diversas capitales del Viejo Mundo, y afincado en Alemania, tiene una web y es presencia constante de la Peña Criolla Latinoamericana "El Festejo" de Berlín. En Lima, todos los músicos de renombre son sus amigos, han trabajado con él, y lo recuerdan con afecto y admiración.
Nacido en Marcona, Ica, habla alemán, inglés, italiano y portugués. Desde que llegó a Lima hace unos días, no ha parado de visitar amigos y locales donde se difunde la música peruana. Se le ha requerido para programas de radio, y sus canciones en video son apreciadas gracias a la magia de la tecnología, en YouTube y Facebook.
Dispara jarras de cerveza, canciones con estentórea voz acompañado de una guitarra, y anécdotas que podrían parecer inverosímiles sino fueran contadas por él, tanto de Carlos Hayre como del Zambo Cavero, de Juan Mosto y Pepe Vásquez, de todos los que fueron y son aún personajes ligados al criollismo desde la década del '70. Cuenta como su abuela se hizo amiga de Maria Reiche en las Pampas de Nazca, de su participación en "Trampolín a la Fama" y "Cambalache Negro", y habla con amargura de lo poco que hacen las embajadas y consulados para apoyar al talento peruano en el exterior, aunque reconoce su amistad con el actual Canciller Rafael Roncagliolo. "Pero yo no estoy para que me ofrezcan cargos diplomáticos....lo que quiero es verdadero apoyo para el arte", afirma.
Momentos después pasaba por ahí Richard Morales, primera guitarra de "Los Quipus", camino a una presentación. Ve por la ventana a Vidales, se acerca, lo abraza, conversan, rien, y ambos entonan un par de canciones. Inolvidable. Fuera de serie.
"Sabor a Mi" cerraba, pero no las ganas de seguir conversando. Y Vidales el Juglar, y yo enrumbamos a Barranco. Más anécdotas, más brindis, y lo dejé en "Don Porfirio", la mítica peña barranquina, en cuya puerta un grupo de músicos amigos suyos casi se desmayan al verlo después de tantos años, lo abrazaron hasta dejarlo sin aliento y lo metieron a un taxi, teniendo tiempo apenas para despedirse de mi....Dónde fue ya es otra historia, que seguro me contará en otra noche de jarana bohemia. (Javier Alejandro Ramos)
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